Tenemos la experiencia de primera mano de la dependencia sanitaria y comprendemos la importancia de los centros socio-sanitarios como santuarios para el apoyo y el refugio tanto del paciente como de los familiares y cuidadores.

Lejos de la imagen hostil de los tradicionales espacios hospitalarios, estamos convencidos de que se pueden diseñar centros Sanitarios más Sociales. Nuestro objetivo ha sido crear un edificio acogedor y amable. Un espacio lleno de luz, hogareño, donde la gente pueda reunirse, hablar o simplemente reflexionar.

Hemos concebido un edificio sin barreras arquitectónicas, en una sola planta varada en la accidentada topografía del emplazamiento. La parcela, en su totalidad, se convierte en un nuevo parque para el esparcimiento del paciente, fundiéndose con la cubierta vegetal del edificio y cobijando, bajo ella, el nuevo centro. Solo un juego de cubiertas inclinadas se pliega y elevan sobre este plano verde. Desde ellas, la luz de noreste, homogénea y cálida en las primeras horas se la mañana, se filtra hasta el interior de las habitaciones y los espacios comunes de los módulos habitacionales; proporcionando al paciente y a los cuidadores una continua relación con el exterior.

La planta del edificio se organiza en tres bandas programáticas; una central que contiene los tres módulos de trastorno mental grave y el módulo de psicogeriatría; y otras dos servidoras: a un lado los servicios generales y los programas públicos y al otro, los usos más privados, almacenes y servicios de cocina. De esta forma conseguimos separar los flujos de trabajadores y pacientes, facilitando su uso a residentes, público y cuidadores.

Las cualidades terapéuticas de la Luz y el contacto con la Naturaleza, son la base de nuestra propuesta. La arquitectura juega un papel destacado en la salud y el bienestar de sus inquilinos. Sentimientos como la felicidad, a pesar de pertenecer al plano cognitivo de la biología humana tienen implicaciones reales y duraderas en su conducta. Un gran número de neurotransmisores -si no todos- reaccionan frente a estímulos del entorno y, por lo tanto, reaccionan con su diseño. Profundizando en este enfoque científicosanitario, hemos articulado nuestro diseño desde los 5 puntos propuestos por el sociologo Aaron Antonosky para Bienestar (Connect, Keep Active, Take Notice, Keep Learning and Give):

  1. Connect: la provisión de espacios comunitarios ofrecen la posibilidad de interactuar en sociedad. Por ello, entendemos los módulos residenciales propuestos como refugios en un jardín, espacios para que las personas se reúnan entre patios llenos de vegetación, llenos de vida.
  2. Keep Active: la actividad reduce los síntomas de mala salud física y mental. Así, hemos concentrado la propuesta en una edificación compacta, para destinar el resto de la parcela a un amplio jardín exterior, dotado de un recorrido de suave pendiente y equipamientos deportivos al aire libre que favorezcan la actividad motora de los residentes.
  3. Take notice: prestar atención al presente y ser conscientes de los pensamientos y sentimientos son comportamientos que reducen los síntomas de estrés, ansiedad y depresión. Proponemos, de este modo, unos espacios con los que rápidamente sentirse identificados, serenos y desprovistos de elementos que puedan alterar al paciente. La vegetación, el empleo de plantas aromáticas, la avi-fauna que invadirá la propuesta, así como el contacto continuo con la luz natural y el exterior favorecerán notablemente la conciencia de los residentes.
  4. Keep Learning: tener aspiraciones está relacionado con un mayor bienestar subjetivo. Para favorecer este aspecto, hemos diseñados espacios seguros y controlados que favorezcan la inquietud de los pacientes. Espacios en los que disfrutar de las cualidades saludables de la naturaleza y el aire libre; en los que trabajar con las manos, cultivar o realizar infinidad de otras actividades que den a los pacientes un sentido de propósito.
  5. Give: existen pruebas de que un comportamiento pro-social tiene un impacto positivo en la felicidad. Así, el sentido de comunidad es un activo de nuestra propuesta. Para ello, no hemos concebido pasillos: los hemos ampliado en grandes patios, en lugares para el esparcimiento que favorezcan sentimientos de colaboración, generosidad, convivencia y ayuda.

Con todo ello, proponemos un edificio lleno de estímulos positivos para el bienestar del usuario que acabarán repercutiendo positivamente en su salud. Una arquitectura viva desde el punto de vista Social y Sanitario.